Le dije: "Monta, que te llevo al sol"
Me djo: "Que tontería... ¡Arderás!"
Le dije que no pensaba ir de día y se ría. "Ya verás, - le decía - si te fías de este guía. Dicen que cuando llegas hay un flash". Y me creía, me daba alas, parábamos a dar caladas en coordenadas desordenadas. Sentados en el Meridiano de Greenwich dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la búsqueda era eterna y que hay muchas paradas a lo largo del camino, y que lo importante no es llegar sino... sino el camino en sí. Miramos a atrás y supimos que nadie volvería a vernos más.
Javier Ibarra (Kase.O)
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