lunes, 16 de marzo de 2009

Y dime sí.


Dime si me querrás cuando me hinche como una pelota, cuando tus labios se conviertan en un paisaje desconocido para mí y tu piel en un laberinto que no sepa recorrer si no es a base de tropiezos.
Dime si me querrás cuando mis manos pierdan su textura suave, cuando no puedan calmar una temperatura por exceso o por defecto, cuando no exista un antifaz capaz de hacerme ser un poco más guapa. Dime si me querrás cuando se borre la sonrisa, cuando se pierdan mis ganas de jugar y mi tema de conversación. Cuando te esquive por orgullo esperando que me abraces, causando una confusión que nadie soportaría.
Dime si me querrás cuando ni yo misma lo sepa, ni lo que pasa, ni lo que tengo, ni lo que soy. Cuando ya no quede nada de eso que un día creíste encontrar en mí.
Dime si me querrás cuando la ilusión de la novedad se apague y no queden más que verdades, que rutinas.
Dime si me querrás cuando lo descubras: que yo creo que no podría, que no se puede vivir del amor.

5 comentarios:

  1. "Dime si me querrás cuando se borre la sonrisa, cuando se pierdan mis ganas de jugar y mi tema de conversación. Cuando te esquive por orgullo esperando que me abraces, causando una confusión que nadie soportaría."

    Bueno yo creo que pides mucho... sólo tenemos una vida y al final queremos pasarlo bien, no tenemos por qué contemplar a nadie... ¿no es el objetivo de una relación el sonreir, el jugar? creo que se reduce a eso, y sino lo tienes no creo que valga la pena estar con esa persona.

    Bueno saludos!

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  2. Precisamente porque comparto ese objetivo, he hecho referencia a ello en el texto.
    Lo que he escrito es una forma de expresar mi opinión de que, por una circunstancia u otra, nada es para siempre.
    Opino que todo lo que empieza, acaba, y también lo hago extensible a las relaciones. El peligro de tener como finalidad la diversión es que imagino que llega un momento en que ya no se te ocurren más juegos o sencillamente no te apetece jugar con esa persona. La monotonía es inevitable, por eso creo que sería conveniente buscar algo más allá de la risa.
    Ha sido una sorpresa encontrarte aquí.

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  3. "El peligro de tener como finalidad la diversión es que imagino que llega un momento en que ya no se te ocurren más juegos o sencillamente no te apetece jugar con esa persona."

    Es que el amor es un juego de dar y recibir placer. Vamos, por juego no entiendo sólo salir por ahí o acariciarse...

    Ya ves, todo lo ando :D

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  4. El amor es como un baile, con partes lentas y partes rapidas. El truco de las relaciones esta en conseguir bailar al ritmo que la otra persona te pida, y igual que en otro momento necesitas que el otro baile a tu ritmo.

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  5. Comparar el amor con un baile es una idea que me encanta :)

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