martes, 11 de mayo de 2010

La niña bonita.


Soy como esa niña de 15 años que se encerraba en su habitación por las noches conjurando palabras para atraer corazones.
Soy como esa niña que creía que el amor le había dado la espalda, que se le iba a pasar el arroz, que nunca podría llegar a tener su historia de película. Cuanta exageración… ¡Tanto dramatismo!
Al fin y al cabo, con 21, todavía no has aprendido suficiente.

“Y ahora piensas que todo se te va de las manos porque el chico que te gusta no te hace caso y te asomas al espejo preguntándote lo que falla, lo que no tienes (¿Será el pecho, será el culo?), buscando una explicación a tanta indiferencia, a tan poco acierto.”

Pasa el tiempo. Me acuerdo de todo lo que ha llovido sobre esas páginas que escribía por las noches, encerrada en mi habitación tratando de hechizar corazones salvajes.
Son páginas de olvido. Páginas que ya no dicen nada. Y sigue asombrándome y asustándome tanto como el primer día que aquello que atrás significó tanto, pueda ahora llegar a decir tan poco.
Sólo una risa, un suspiro al aire: “Ay que ver lo tonta que era.”
Y lo tonta que sigues siendo, querida.

Perdona, niña estúpida, pero no es cuestión de la altura, del cuerpo, de la cara, de lo buena o mala que seas en la cama.
Te da rabia y de rabia lloras, no de pena.
El odio te ahoga. La misma exageración y aún un poco más de dramatismo.

Claro que pienso en el pasado. Rememoro cada momento dulce y ahora me sabe a hiel.
Rememoro cada fallo que fue acumulándose hasta generar el más negativo de los resultados y hiel me besa de nuevo (menudo beso), al pensar que todo podía haberse hecho de otro modo.
SE PUEDE SUMAR.
Alcanzar el infinito contigo me hace ilusión. Romper el techo y salir volando con nuestras historias de locuras imposibles.

“Agarra mi mano- te digo- , agárrala y no mires abajo. Mírame mejor a los ojos y dime si no hemos llegado ya a la cima del mundo.”

Sé que aún me queda sufrimiento y anhelo. Sé que aún me queda lucha y paciencia. Sé que cuando te haces añicos cuesta mucho repararte. Pero yo tampoco puedo dejar de rezar.

No me hagas pensar que sigo estancada en esos 15 años de encierros nocturnos en mi dormitorio, para escribirle versos a los besos que aún no había probado.
Ahora escribo por algo y para alguien.
Escribo para hacer magia. Mi truco maestro…

2 comentarios:

  1. Para la niña tonta, pequeña niña que hace magia, pequeña niña que guarda ilusiones en algun sitio, pequeña niña que sabe como tocar el cielo.
    Esta cancion te la regalo, porque por algun motivo que solo tu y yo sabemos me recuerda a ti:

    http://www.youtube.com/watch?v=tVWm0e_BwJM

    CE

    ResponderEliminar
  2. ...puede que realmente sepa cómo tocar el cielo. el cielo se toca fácilmente cuando tengo tu mano agarrada a la mía. la mano de mi compañero, la mano donde vive la esperanza y la protección.
    alégrate porque lo tienes tú mucho más fácil que bisbal en esta canción. no ha de caer ninguna estrella. no tienes que convencerme de nada. he visto todos los motivos que necesitaba. tu alma no siente sola.
    quiero volar contigo.
    l.d.

    ResponderEliminar