domingo, 26 de abril de 2009

Muy pronto oscurecerá.




En medio de la vía te confieso que necesito una tregua, y también añadiría algo más, para que veas que no eres el único que se siento perdido, a la deriva y harto de sí mismo: De mi quema sólo salvaría a los niños. Esa es mi verdad, ese es mi secreto.


Sólo a ellos porque el resto del mundo acaba por causarme repulsión tarde o temprano, porque todos me parecen igual de vacíos, porque no entiendo nada cuando hablan, porque no veo luz cuando miran, porque en lugar de moverse se arrastran, porque somos una especie de basura que apesta.


Todos me sobran excepto los niños. Ellos me devuelven la esperanza cuando creo que ya está todo perdido.


Ellos son la única compañía que no le sale cara a mis emociones. Por ellos vendería toda la calma de mi soledad porque siempre saben cómo acariciarte el alma.


¿Qué te parece?


¿Te sorprende?


No estás solo en el sinsentido y la rabia no es mala, siempre y cuando no te impida seguir buscando una salida. La diferencia entre tú y yo radica en las puertas que te cierras, en no ser capaz de valorar la oportunidad que tienes en tus manos en este preciso instante. La diferencia entre tú y yo es que vas a dejarme escapar porque no tienes agallas para implicarte en lo inesperado. La diferencia entre tú y yo es que vas a perder este tren y cada vez te alejarás más de tí mismo.


Muy pronto oscurecerá.
PD: Fotos por cortesía de mi muñeco.

1 comentario:

  1. No pienses que alguien se ha rendido, y ha dejado de buscar las salidas hasta que te lo diga.
    Hay gente que nunca se rinde...
    yo, por mi parte siempre estoy buscando mi puerta al verano.

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